Es interesante establecer la diferencia entre el soñar y el deseo de dormir. El soñar preserva la particularidad del síntoma1 mientras vela por el dormir. El deseo de dormir responde a una inhibición fisiológica, el sueño a una inhibición activa que toca el empalme de lo simbólico sobre el cuerpo y lo protege para que dure. Así los deseos mantienen los sueños y es del lado del despertar que se ubica la pulsión de muerte. Por eso, Lacan podrá decir que el mundo es sólo el sueño de cada cuerpo.

Los sueños, en el ser que habla, conciernen a este sinsentido de lo real constituido por la no-relación sexual, que así estimula más al deseo, justamente, de conocer esa no-relación. Si el deseo es del orden de la falta, sin que pueda decirse que sea su causa, el lenguaje es aquello al nivel de lo cual se prodigan las tentativas para establecer esa relación; su misma prodigalidad señala que jamás la alcanzará. El lenguaje puede ser concebido como lo que prolifera a nivel de esa no-relación, sin que se pueda decir que esa relación exista fuera de lenguaje2.

En el Seminario 233,, Lacan afirma que el sueño es una pesadilla moderada. Es esta frase la que me ha llevado a hacer el recorrido de este texto para poder entenderla. Lacan señala que los sueños que despiertan se relacionen más con el sexo que con la muerte. La vigilia es la continuación del sueño con otros medios, los sintomáticos. Si el sueño tiene una moderación sobre el goce es porque el anudamiento funciona bien defensivamente. Cuando lo simbólico se afloja se entrevé como acontecimiento del cuerpo masivo ese goce que despierta con una doble maniobra, activa al sujeto y libera al cuerpo de esa opresión al permitirle recuperar su actividad onírica. Es el cuerpo que despierta cuando percibe brutalmente lo que podría aniquilarlo y restaura “la realidad”. Se puede decir que el sueño implica un goce moderado que se contenta con el desciframiento mientras que en la pesadilla el goce irrumpe. El sueño vela la pesadilla…

 

* Artículo publicado íntegramente en El Psicoanálisis, Revista de la ELP, nº 33, Barcelona, octubre de 2018.

 

Notas:

  1. Lacan, J., “Improvisation: désir de mort, rêve et réveil », L’Âne, nº 3, 1981, pág. 3.
  2. Ibid.
  3. Lacan, J., El Seminario, libro 23: El sinthome, Buenos Aires, Paidós, 2006, pág. 123.

 

Hebe Tizio, ELP, Barcelona.

 

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