Pase/control/supervisión

Por Angelina Harari

La revista Correio de la Escuela Brasilera de Psicoanálisis formuló una pregunta a los AME para componer un número dedicado al tema de la supervisión: ¿Cómo Lacan y la orientación lacaniana definen y diferencian su práctica de la supervisión?

“El control en la Escuela: una práctica”1 es el título que pensé para responder a esa pregunta.

Se destaca en el título la noción introducida por Lacan de “valor de control”2 que funciona como línea maestra en el procedimiento del pase: “Se trata de verificar si el sujeto es lo que él mismo dice ser»3.

Cuando se dirige una demanda de pase, cabe al cartel esa nominación. Por primera vez en el texto del pase en 1973, queda en evidencia la necesidad de control del “se autoriza por sí mismo”4.

Es necesario distinguir la supervisión como práctica, que no tiene carácter obligatorio, de la noción “valor de control” que el pase ejerce como dispositivo en la AMP. Sin embargo, la supervisión de aquel que “no se autoriza sino por sí mismo” es una práctica necesaria, que se impone por una cuestión ética del psicoanalista y no solamente por razones técnicas. Preservar la práctica de la supervisión como parte de la formación continua y responder a la pregunta hecha por la revista Correio provienen de esa ética.

Entre los registros fuertes de esta práctica de supervisión, situados entre lo trágico y lo cómico, están las frases de mi primera supervisión con un analista lacaniano, escogido porque constituía un cambio profesional: me presento sentada en una posición infatuada de analista kleiniana y, sin embargo, contestataria de la IPA. Hasta entonces, a pesar de buscar psicoanalistas lacanianos, lo hacía de forma esporádica, intentando encontrar al mejor “técnico” para que me enseñara las diferencias técnicas que había entre una formación psicoanalítica kleiniana y la práctica lacaniana. Buscaba incluso supervisores lacanianos de distintas escuelas.

La supervisión fue decisiva en el marco de mi elección por la orientación lacaniana, mencioné el trabajo de supervisión en mi primer testimonio de pase, la frontera es tenue, entre un campo y otro (testimonio presentado en el Congreso de la AMP de 2010). Tal fue el impacto de las palabras del supervisor, que me hizo ver que yo no había cedido de una posición de reserva, o sea, que aún no practicaba el discurso analítico, y en cambio practicaba una especie de psicología del yo, en el mejor de los casos! Fue decisivo ese choque para no tornarme una técnica, especialista en psicoanálisis, jamás Analista de la Escuela (AE). Y también la elección de un supervisor que representaba un desafío en la formación analítica buscada.

El ejercicio de la supervisión ha sido fundamental para mi práctica, habiendo hecho oscilar mi experiencia de análisis en varios momentos, para llevarlo a buen término y alcanzar la diferencia absoluta, como dice Lacan cuando define el deseo del analista en el libro 11 de su Seminario6.

A lo largo de la formación, la supervisión cambió de lugar: supervisiones esporádicas, supervisiones regulares, varios encuentros con un supervisor en torno del mismo caso, varios supervisores de un mismo caso, supervisión para construir un caso, teniendo como meta la presentación del caso en Encuentros/Jornadas, supervisión con el analista y , por último, un supervisor que se convirtió en analista, mostrando cuán tenue es esa frontera.

Desde la primera supervisión en psicoanálisis kleiniano, que seguía el formato de relatar línea a línea una sesión, sesión tras sesión, la supervisión es una práctica que no deja de escribirse.

* Angelina Harari, AME, AE (2009-2012). Actualmente preside la Asociación Mundial de Psicoanálisis.

 

Notas:

  1. Harari, A., “O controle na escola: uma prática”, A Escola de Lacan: A formação do Psicanalista e a Transmissão da Psicanálise (compilación de Jorge Forbes) Campinas, Papirus, 1992.
  2. Lacan, J., “El Seminario 22: RSI”, clase del 10.12.1975. Publicada en francés en la revista Ornicar? nº 2, Paris, Seuil, 1975. Edición española: Ornicar? nº 3, Barcelona, Petrel, 1981.
  3. Miller, J-A., El Banquete de los analistas, Buenos Aires, Paidós, 2000.
  4. Lacan, J., “Nota italiana”, Otros escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012, págs. 327-8.
  5. Harari, A., “Parceiros no singular”, Opção Lacaniana, nº 58, Sao Paulo, Eolia, 2010.
  6. Lacan, J., El Seminario 11: Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1987, pág. 284.

 

Angelina Harari, EBP, São Paulo.

 

Comparte / Imprime este artículo
Share on twitter
Twitter
Share on facebook
Facebook
Share on google
Google
Share on email
Email
Share on print
Print